Seguimos aprendiendo las diferentes tareas de mantenimiento que necesitan las hortalizas que hemos plantado y, si lo deseamos, añadiremos otras nuevas. Anteriormente hemos visto que la tarea más importante del huerto es el riego, sin embargo, estas otras actividades ayudarán a que los frutos de estas plantas nazcan más fuertes y sanos. Las diferentes tareas que se pueden llevar a cabo en un huerto son diversas, pero ahora vamos a subrayar las más importantes y específicas para la variedad de cultivos que hemos elegido. TAREAS DE MANTENIMIENTO • Una de las actividades que aconsejamos realizar, y sobre todo en verano, es remover la tierra de forma superficial con la ayuda de la azada para mullir o esponjar el suelo. De esta forma se activa la descomposición orgánica y se reduce la evaporación del agua. Se realiza en verano ya que se forma una costra superficial en el caballón o bancal que impide la entrada de agua y aire en la tierra. A esta técnica se le llama binado. • Por otro lado, en nuestro huerto crecerán plantas adventicias o más comúnmente conocidas como malas hierbas. Éstas son especies vegetales que crecen entre nuestros cultivos y existen diversas opiniones sobre si hay que quitarlas o no. Sus detractores afirman que compiten con otros cultivos del jardín por la luz, el agua y los alimentos. Si decidimos eliminarlas, existen diferentes métodos. Los más empleados son el agotamiento a base de escardarlas (excavar y arrancar de cuajo la raíz de cada una de estas plantas) pero los más satisfactorios consisten en utilizar abonos orgánicos a modo de acolchados sobre el suelo que impiden su crecimiento, se puede utilizar paja como se indicó en la entrada anterior.
• El aclarado consiste en dejar a las plantas el lugar necesario para que se desarrollen, eliminando aquellas plántulas que hayan crecido demasiado juntas. Esto se realiza sobre todo en siembras directas, cuando aun no sabíamos el tamaño que iban a desplegar nuestras plantas. En nuestro caso de momento hemos sembrado mediante semilleros, pero si observamos que están demasiado juntas podemos recurrir a este método. 1Z0-051 1Z0-478 Si observamos esto en las lechugas, podemos reestructurarlas, sacar cuidadosamente alguna y replantarlas en otro lugar. En este proceso las plantas suelen sufrir, por lo que es posible que tarden más en crecer. • Podando correctamente nuestras plantas, conseguiremos que centre todas sus energías en la floración y posteriormente en sus frutos. Facilita la aireación de la planta, penetra mejor la luz, por lo que conseguiremos plantas equilibradas y vigorosas. En el caso de las berenjenas, veremos que el ramillete floral, lo forman 3 ó 4 flores, de las que solo una nos dará un fruto en buenas condiciones, por tanto la mejor opción es eliminar el resto para favorecer el correcto desarrollo del que dejemos. Podemos quitar frutos malformados o dañados por plagas o enfermedades. En el calabacín la poda se ve reducida a la limpieza de brotes secundarios que deben ser eliminados cuanto antes. • En algunos tipos de cultivo se hace imprescindible el uso de tutores para mantenerlos erguidos. Usamos palos de bambú o plástico que sirven a la planta para enderezarse. Podemos utilizar este método cuando nuestras berenjenas y pimientos alcancen de 6 a 8 centímetros, colocaremos el tutor pegado al tallo y clavado en el suelo. Si lo consideramos necesario utilizaremos hilos de plástico o alambre para unirlos por el extremo superior y conseguir una mayor sujeción. Con esta práctica evitaremos el resquebraje de los tallos debido al peso de sus frutos y podremos mejorar también la aireación de la planta.
• Otra tarea importante para varios cultivos (como en el caso de las berenjenas) es el aporcado. Consiste en poner un poco de tierra en torno al tallo de la hortaliza para evitar que se rompa. Para cultivos en los que el fruto está bajo tierra, sirve para enterrarlos si asoman o blanquearlos. • Por último, ataremos las lechugas alargadas para blanquear su interior. Se ata la parte de arriba de sus hojas cuando miden unos 14 centímetros aproximadamente. Las cosechamos una semana después. NUEVOS CULTIVOS ¡Ya podemos añadir sandías y melones! Deliciosas frutas de verano, pertenecientes a la familia de las cucurbitáceas. En esta ocasión lo haremos mediante siembra directa en el terreno y tendremos que dejar un espacio de al menos 1 metro entre ellas. Como anteriormente prepararemos y acondicionaremos el suelo, abriremos un surco con una vara o con la mano donde verteremos las semillas. Y recordad que es necesario recubrir las semillas con una cantidad de compost dos veces el tamaño de la semilla. Regaremos y ¡a esperar!