Mantenimiento y construcción de jardines.

Preparando nuestro huerto

huerto

En esta nueva entrada seguimos preparando nuestro huerto en casa. Cuando ya tengamos listos nuestros semilleros, podemos empezar a pensar en qué zona del jardín vamos a situar nuestros cultivos. También nos tenemos que plantear cómo lo vamos a organizar y qué materiales necesitamos.

A la hora de ponernos a planificar un huerto en nuestro jardín debemos tener en cuenta que la horticultura es una estupenda afición para muchas personas, pero como todo, va a requerir esfuerzo y tiempo.

 

¿Dónde ubicar el huerto?

El espacio para cultivo se puede situar en el terreno directamente o en recipientes. Ambas formas tienen sus beneficios. Elige la que se adecúe mejor a tu jardín.

En el cultivo en recipientes sustituimos el suelo por un contenedor que llenamos con sustrato. Sembrando en recipientes te sentirás más cómodo al no tener que agacharte tanto. No debes preocuparte por el tipo de suelo que tiene tu jardín, ya que añadirás tu mismo/a la composición de suelo que consideres más adecuado a las hortalizas que quieres sembrar.

En cambio, sembrando directamente en el suelo las raíces de las plantas tienen mucho espacio donde crecer, hay más cantidad de agua y nutrientes disponibles para la planta, la raíz se desarrolla con normalidad…

A la hora de decidir la ubicación óptima de tu huerto, hay dos factores fundamentales que tendremos en cuenta: la luz y el acceso al agua.

La planta necesita luz directa, ya que la luz es la energía que necesita para crecer. Por tanto cuanta más luz reciba el espacio donde se va a cultivar, más energía podrán utilizar las plantas para crecer y más posibilidades tendrá nuestro huerto de producir una cosecha abundante (seis o siete horas de luz al día). Instalando el huerto en una zona protegida o con estructuras que ofrezcan sombra en verano podremos mitigar los efectos causados por el exceso de temperatura y viento.

De todas las tareas del huerto, regar es la que nos ocupará más tiempo. Lo ideal es disponer de una toma de agua cerca del huerto para el riego.

Herramientas

Para un huerto de tamaño pequeño no es necesario comprar muchas herramientas, pero merece la pena adquirirlas de buena calidad. Para empezar solo necesitaremos una azada, un rastrillo, una pala y una regadera.

 

¿Cómo preparar la tierra?

Remover los 15 primeros cm de tierra, capa del suelo donde se desarrollan las raíces de las plantas, para airear y desmenuzar la tierra compactada y favorecer que las plantas puedan desarrollarse de forma adecuada. Si se desea, también se pueden retirar las malas hierbas y, por último, se añade el abono.

 

¿Cómo organizaremos el terreno?

Es el momento de elegir la estructura que va a tener nuestro huerto. Podemos diseñarlo en caballones de tierra dejando un surco entre caballón y caballón de unos 60-70 cm. Este espacio será un pequeño pasillo que nos servirá para realizar las diferentes tareas que necesitarán nuestras plantas. También podemos hacer bancales elevados sobre el nivel del suelo. Éstos tendrán un ancho máximo de 150 cm, para que podamos llegar con los brazos a las hortalizas que estén en el centro, y una longitud de 4-6 metros. Entre los bancales, dejaremos pasillos de aproximadamente 50 cm de ancho que nos permita acceder a los cultivos. Es muy útil delimitar los bancales con estacas y cuerdas. Una vez cavado y abonado el terreno, con la pala cogeremos la tierra de los pasillos y la distribuiremos uniformemente sobre los bancales, que deberán tener una altura de entre 25 y 50 cm. Por último, utilizaremos el rastrillo para dejar la cima del bancal liso y quitar las piedras.

 

Hemos terminado la parte más ardua del proceso, sin embargo, si lo hemos hecho bien, nuestro trabajo dará sus frutos. Ya tenemos el terreno listo para ¡empezar a sembrar!

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Collado Villalba, Boadilla del Monte, Las Rozas, Torrelodones, Majadahonda, Pozuelo, Guadarrama, El Escorial.